Mamá emprendedora: cómo preparé mi negocio para la maternidad.

 

Dicen que emprender es muy parecido a la maternidad. Crear, mimar, regar, podar, acompañar, hacer y ver crecer, confiar, dudar, disfrutar…
Seamos francas, metafóricamente puede ser un proceso semejante. Pero la maternidad es una revolución, física, psicológica, emocional, amorosa y absolutamente caótica. Dónde la emoción y el instinto -y el poder dormir-  ganan a la razón. Y en el negocio, aunque es relevante dejarte guiar por lo que sientes es también vital que la razón y la objetividad ocupen un espacio privilegiado para poder tener una visión más neutral y estratégica.

 

Cuando me quedé embarazada tenía muy pocas claras. La sorpresa de la notícia, la cantidad de información que llega y debes gestionar, los cambios que experimenta el cuerpo y la mente -afortunadamente este proceso iba a durar casi 9 meses, porque había mucho que perfilar-. Lo único que sabía es que éste sería mi proyecto estrella. Y que no quería renunciar a dedicarle el tiempo que tanto mi pequeño como yo necesitáramos.

 

Así que mientras iba horneando mi bollito, le hice una auditoría general a mi emprendimiento con un objetivo clave: trabajar menos pero sobre todo trabajar mejor.

[blockquote text=’“Be a full person. Motherhood is a glorious gift, but do not define yourself solely by motherhood. Be a full person. Your child will benefit from that.” Chimamanda Ngozi’ text_color=’#000000′ title_tag=» width=» line_height=’undefined’ background_color=» border_color=» show_quote_icon=’yes’ quote_icon_color=’#f59180′ quote_icon_size=»]

Estés embarazada, seas mamá o no, estas son las 5 acciones en las que yo me centré para preparar mi negocio para la maternidad. Estás no quieren decir que sean las únicas acciones o las correctas, ya que me estoy basando en mi experiencia personal. Pero las comparto contigo, por si pueden ayudarte, te encuentres en el mismo momento que yo o no.

 

Las 5 acciones para preparar tu negocio
para la maternidad.

 

1. BAJA DE MATERNIDAD: ASESÓRATE BIEN.

Primeramente hay un tema al que hacer frente, y es la baja de maternidad. Hay muchas opciones que puedes tomar y lo más importante es que sea una opción que se adapte a tu estado anímico y físico para que puedas descansar -ejem, o al menos intentarlo-. Así que yo me informé previamente de todas las opciones que tenía, y solo decidí una vez ya tuve a mi pequeño en brazos, en base a cómo me sentía.

 

No hace falta que te diga que a nivel económico la baja de maternidad que tenemos en este país roza lo lamentable. Así que mejor hazte con un buen cojín económico, para que no tengas que basar esta decisión en el dinero. La prestación depende de tu base de cotización, pero vaya la mía rozaba la paga semanal que cualquier padre cool, da a su hijo adolescente.

 

En mi caso, me asesoré con Sara de Fiscalidad para Dummies. Ella, a parte de ser encantadora y súper profesional, no solamente me informó de todas mis posibilidades, sino que también me explicó los pasos a seguir a nivel burocrático para tramitarla.

 

Finalmente escogí, la baja de seis semanas obligatorias. Para continuar con una baja del 50% durante las siguiente 20 semanas. Una opción fantástica para aquellas personas que quieren/pueden/deben incorporarse al trabajo de una manera paulatina, cobrando el 50% de la prestación y trabajando a media jornada.

 

Actualmente debes pagar también la cuota de autónomos aunque estés de baja y por tanto no puedas facturar. Una medida muy justa -sarcasmo modo ON-.

 

2. CAMBIO MODELO DE NEGOCIO

Si mis horas de dedicación laboral iban a cambiar, mi negocio debería hacerlo conmigo. De hecho yo siempre defiendo que mi negocio debe acompañar a mis necesidades o anhelos y no a la inversa. Por tanto, preparé mi proyecto para este cambio, que se basó fundamentalmente en automatizar al máximo mis procesos y también la tipología de mis productos.

Te resumo algunas de mis acciones realizadas:

 

+ Finalizar mis sesiones de consultoría one to one, y no coger más clientes. Aunque me encanta trabajar en proyectos de manera individualizada, me di cuenta que es una de las actividades a las que tengo que dedicarle más tiempo, algo que ahora no tengo. Así que he decidí, no realizar más sesiones individualizadas para poder centrarme en otras fuentes de ingreso que implique menos mi presencia. Aunque es algo que no descarto para cuando my baby crezca un poquito, en el momento que lo haga subiré el precio de este servicio, puesto que ahora mi tiempo es mucho más limitado y por este motivo ha incrementado su valor.

+ Digitalizar mi curso estrella. Con el objetivo de poder seguir ayudando a la gente que me solicitaba sesiones one to one, -obviamente con un precio más reducido- cree mi curso online WOW – Curso de Marketing Emocional. Esto me ha permitido que la gente interesada en trabajar conmigo no tenga que esperarse tanto tiempo y poder tener una fuente de ingresos basada parcialmente en infoproductos.

+ Reestructurar y actualizar mis cursos e infoproductos digitales con el objetivo de poder aportar conocimiento sin tener que estar presencialmente y sobre todo con la visión de tener una oferta de productos actualizada y focalizada en mi expertise. Revisé contenido, precios, fotografías, etc.

+ Organizar un calendario de workshops presenciales -que todavía no he desvelado- para trabajar en grupos de personas una vez al mes, algo que me encanta y que me ayuda a llegar a más gente a un precio competitivo invirtiendo un período de tiempo más focalizado. No quiero perder el contacto one to one y este formato tengo que decir que disfruto mucho porque aprendo mucho de la gente que viene. 

+ Me he abierto a otros modelos de ingresos pasivos. Tipo afiliaciones y comunicación cruzada de programas en los que creo y conozco su contenido. Ya sabes que yo solo recomiendo aquéllo que conozco o que he chequeado previamente. Por eso promociono pocas cosas, pero manteniendo un nivel de calidad y de confianza con mis lectoras muy elevado. Por ejemplo, he participado en afiliaciones con Oye Deb!, Siéntete Radiante, Bundle & co. o The Craft Academy.

 

3. AUDITORÍA y MEJORA DEL CONTENIDO

No me cansaré de decirlo, el contenido es el poder más importante que tiene una marca. Porque no quieres que te comparen por lo que cuestas si no por lo que aportas. Mi contenido es lo que me da tráfico, y mi tráfico se traduce en nuevas oportunidades: visibilidad, ponencias, formaciones, colegas y por supuesto ventas. 

Nunca, repito, nunca había realizado trabajo de SEO, así que cuando hablé con Flor Terbeck mi proyecto le pareció un caramelito.

 

Empezamos a analizar el contenido en base a mi expertise y a mis palabras clave y trazamos un plan para enamorar a Google. Lo más curioso es que este análisis también me hizo enamorarme de esta herramienta, y revisé todos mis post hasta conseguir los semáforos verdes con yoast.

[blockquote text=’no quieres que te comparen por lo que cuestas si no por lo que aportas. Gemma Fillol’ text_color=’#000000′ title_tag=» width=» line_height=’undefined’ background_color=» border_color=» show_quote_icon=’yes’ quote_icon_color=’#f59180′ quote_icon_size=»]

Al cambiar todas las fotografías adaptándolas a estas nuevas premisas seoísticas, aproveché para prepararlas para Pinterest Business, con pines enriquecidos de contenido, gracias a Kristina Pach. Y es que yo soy una pinterest lover.

 

Un efecto colateral de analizar los textos de tu web, es que te das cuenta que la red no está regida por normas como la ética profesional. Encontré mis lemas, quotes, tagline, y textos íntegros -de más de 30 palabras seguidas- en tres webs de diversa índole. Es más, había gente que utilizaba mis textos y que estaba mejor posicionada que yo en SEO, es decir que google la premiaba poniéndola antes que yo, solamente por jugar con sus reglas -google no entiende de honestidad y confianza-.

 

Y ahí fue cuando entró Núria de The Legal Hat para asesorarme sobre cómo proteger mi contenido. Este tema da para mucho, y te aconsejo que entres en su web si necesitas consejo individual. Pero además yo he optado por registrar todo mi contenido de pago en Safe creative y dejar a las leyes del universo el resto. Porque se pilla antes a un mentiroso que a un cojo, y porque yo duermo muy tranquila -cuando mi baby me deja, claro…-.

 

4. PLANIFICACIÓN ESTRATÉGICA.

Planificar es clave, ya que la emoción más habitual que siento, es que vivo en el más absoluto caos. Tener facetas de mi negocio, más o menos planificadas, me da una sensación de que está todo bajo -falso- control. Y eso me relaja. Y si algún día no llego, no pasa nada. Porque no se trata de un orden rígido, si no flexible.

 

Además tengo un plan de marketing cojonudo. Éste no solamente se adapta a mí si no que me indica en cada mes donde debería estar mi foco, repartiendo la tipología de acciones que creo que son esenciales para mi marca. Dediqué una única tarde a realizar la estrategia en modo exprés, lo ejecuto de manera slow cada día, y lo reviso cada tres meses. Estar alineada con mis objetivos de marketing es algo que se me da francamente bien, y con este objetivo estoy ultimando una masterclass en formato vídeo para poder enseñarte cómo lo hago, y conseguir de una manera simple mantener on track todos tus objetivos de marca y por supuesto de facturación. Se llamará Tu Plan de Marketing Exprés.

 

5. CAMBIO DE MINDSET.

Murphy existe. Y es más, se manifiesta constantemente. Por eso si te digo que desde que estoy embarazada me han llegado propuestas de trabajo a mi bandeja de entrada con las que solamente podía soñar, te lo crees verdad? Es difícil decir no -y la complicación se incrementa cuando es a proyectos que te hacen mucha ilusión- pero este verano y otoño está siendo la palabra que más ha salido de mi teclado. Pero decir NO, ha significado decir SÍ a mi retoño. Y eso no tiene precio.

Para una persona como yo o como tú, que ama lo que hace, puede parecer una inmolación profesional, pero mi mente ha cambiado el orden de prioridades en mi vida y en mi negocio y francamente no me ha costado mucho aceptarlo. Sé que en estos momentos me voy a perder cosas que me agradan, pero lo acepto. 

[blockquote text=’No quiero renunciar a lo que me hace feliz, porque creo que desde esta emoción es donde puedo aportarle más a mi pequeño. Gemma Fillol.’ text_color=’#000000′ title_tag=» width=» line_height=’undefined’ background_color=» border_color=» show_quote_icon=’yes’ quote_icon_color=’#f59180′ quote_icon_size=»]

Además, he conseguido posponer algunos de estos proyectos que te comentaba, o declinar invitaciones que me hacían ilusión siempre explicando mis circunstancias. La mayoría de gente lo ha entendido – y la que no, no sé de donde se creen que han salido, verdad-?

 

Aunque la maternidad es profundamente transformadora yo he sentido la necesidad de seguir trabajando, porque es algo que me agrada, que me estimula, y francamente, que necesito. Pero siento que lo hago desde otro lugar más relajado, aunque siga teniendo hambre.

 

Por otro lado, si he conseguido llevarlo a cabo es gracias a la ayuda que tengo de todo mi núcleo familiar -en especial a los abuelos que están siendo un pilar fundamental-, porque sola es imposible. No quiero renunciar a lo que me hace feliz, porque creo que desde esta emoción es donde puedo aportarle más a mi pequeño.

 

Espero que este post te resulte útil e inspirador y me encantará saber tu visión, tus recomendaciones y retos personales. Con el máximo respeto posible, porque este es un tema que cada una debe vivir como lo sienta.