Preston Bailey + yo + un ascensor…

Una calurosa tarde de agosto, el CEO de Preston Bailey designs me invitó amablemente a visitar su estudio. La verdad es que habiendo pasado el verano en New York, no quise dejar escapar esta oportunidad, ya que el trabajo de Bailey para mi siempre ha sido muy inspirador. Él ha sido un visionario y responsable de elevar la industria de los eventos a otro nivel.

Otro día os hablaré con más detalle de esta visita, porque hoy precisamente quiero focalizarme en lo que pasó cuando esta finalizó.

Justamente, cuando me despedí de un amabilísimo Xoua, cogí el ascensor en la planta 12 -ya sabes, en NY esto de bajar o subir andando es impensable-. Yo iba con una sonrisa en la boca que me duraría años, había radiografiado uno de los estudios de eventos más importantes del mundo, hablado con todos los departamentos, y comprendido la importancia de un equipo tan bien sincronizado. De repente el ascensor se paró en el piso 10. Y los ojos casi salen de mis orbitas al ver a Preston Bailey entrar en él.

Preston Bailey + yo + un ascensor… casi entro en pánico, pero mi cerebro dijo: “A por todas”.

Creo que fueron 40 segundos que me parecieron eternos. Le expliqué quién era, a qué había venido, hablamos de Barcelona, le confesé mi admiración y le entregué la tarjeta de uno de mis proyectos: Wedding Crafters (como lo oyes). Al despedirnos, tuve que entrar y sentarme en una cafetería para recuperarme del shock. Seguramente, podría haberlo hecho infinitamente mejor, ya que fue un momento totalmente improvisado, y es que …

¿Qué harías tú si estuvieras en un ascensor con una de las personas  que más admiras profesionalmente?

Hace poco, los chicos de Lu2 compartieron -en el grupo de facebook que tenemos de las SJME– un video que me ha parecido muy pedagógico porque muestra precisamente cómo debe estructurarse un “elevator pitch». Un discurso, -cómo máximo de 20-30 segundos-, en el que debes seducir a tu receptor con tu mensaje, como si estuvieras en un ascensor. Porque las oportunidades aparecen cuando menos te lo esperas -te lo digo yo…-. ¡Y tú tienes que estar preparado!

Por supuesto, tuve que hacer una foto para inmortalizar el momento -que no me creía ni yo-, y capturar la adrenalina que impregnó el ascensor. Sencillamente para recordarme(te) que: Impossible is Nothing.

PD: Por cierto, acuérdate que tienes hasta este miércoles para hacerte con la guía que va hacer que tus celebraciones Navideñas brillen con luz propia a un precio de promoción, porque hacer lo imposible está siempre en tus manos!